El secreto amor entre dos ciudades. Leandro Frígoli

edición fotográfica

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EL SECRETO AMOR CULTURAL ENTRE DOS CIUDADES

Leandro Frígoli

 

Hace unos días me enteré, por medio de mi compañera de trabajo, que Ariel, el pueblo rural del partido de Azul, se llama así debido a la admiración literaria que un grupo de escribanos locales tiene por la obra de José Enrique Rodó. El escritor, nacido en  Montevideo en 1871, fue un ensayista y filósofo destacado dentro del llamado “modernismo literario” en América Latina.

La obra de Rodó sigue siendo estudiada y apreciada en la actualidad por la influencia que tuvo en la literatura y el pensamiento latinoamericano del Siglo XX.

 

En su ensayo «Ariel», publicado en 1900, el autor expone su visión de la cultura latinoamericana y su relación con Europa. El protagonista representa los ideales humanistas y estéticos que el autor defiende, mientras que su opuesto, Calibán, el pragmatismo, el materialismo, y la obsesión por el progreso material, vistos de manera negativa por el escritor montevideano.

 

A través de Ariel, Rodó plantea que el arte y la cultura tienen como principal función elevar el espíritu humano y transmitir valores eternos y universales.

Vivo en Azul hace doce años, me gusta viajar a Ariel cada tanto porque es un pueblo muy chiquito, y conserva sus carreteras de pueblo rural, su almacén general, las vías de tren. El último censo arrojó un total de dieciséis habitantes.

También viajo seguido a Montevideo, la ciudad del autor de Ariel, porque hace algunos años, me enamoré de Virginia, una montevideana que me hizo amar la ciudad. Me permite aprender nuevos cosmos, con su mirada me habilita asombros y hallazgos. Me gusta la ciudad de la rambla y las tortas fritas, del mate y de la murga. En este último tiempo, además, he cultivado amistades con artistas, poetas, músicos y comunicadores sociales montevideanos.

Así establezco mi puente personal con la ciudad de Rodó, que es también, un puente cultural: Montevideo y Azul.

 

Azul y Montevideo mantienen un vínculo cultural muy estrecho, ya que ambas ciudades forman parte de la red de ciudades cervantinas donde se propone facilitar y brindar un mayor conocimiento de la vida y obra de Miguel de Cervantes a partir de la celebración del clásico Festival Cervantino, que tiene lugar anualmente en ambas ciudades.

 

En Azul, además, ya desde hace tiempo se practica el candombe estilo uruguayo. Hay varias comparsas de candombe en la ciudad, y una en particular, “Orun Aiyé”, que hace poco cumplió 12 años está conformada solo por mujeres. Tampoco falta la murga estilo uruguaya. Actualmente hay dos: “La carcajada”, en la que participo, y “Aire colacha”.

 

Lo que pasa con Azul y Montevideo, en gran medida, pasa adentro mío.

Pero imaginemos por un momento que existe un puente entre estas dos ciudades, es factible que este puente tenga una estructura muy sólida, que trascienda el tiempo. Las expresiones culturales de las personas constituyen un cauce y a su vez, un destino, son una construcción que borra las fronteras y nos integra como mundo en un solo universo. El secreto del amor entre estas ciudades se nutre de la experiencia de las personas que las transitan, y que son capaces de pronunciarlas en voz alta.


Leandro Frígoli es un escritor nacido en Lobería, Buenos Aires, Argentina, en 1979. Licenciado en comunicación social y apicultor, ha publicado libros como El Guardián de la Colmena (2021), Yo vengo a ofrecer mi poema. Antología de resistencia (2021), Dramaturxia Galega Actual (2018), Angye Gaona o la libertad en el ala (2013), Poéticas abiertas, simultáneas y obligatorias – PASO (2009) y Quinta sección – Banda de escritores (2008). Es colaborador de las revistas Marcha Digital, Revista Digital Sudestada, Abisinia Review y Cubahora. Es columnista del ciclo radial Sincronízate y El arranque Bipolar de la Radio Ekko FM 92.5 de Azul. Actualmente está radicado en Azul, Argentina.